Es una guía de aplicación individual y personalizada, cuyo objetivo es evaluar el apoyo recibido por personas con discapacidad intelectual en contextos de vida independiente, recogiendo las perspectivas de los profesionales y de las propias personas con discapacidad intelectual.

Pretende orientar sobre las propuestas de mejora para favorecer que el apoyo siga la línea propuesta por las Naciones Unidas en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (2016 y 2017), concretamente, en los artículos 4 y 31, que establecen que las personas con discapacidad deben participar en las decisiones que afecten a sus propias vidas, incluídas las relacionadas con los apoyos que reciben.